INICIO
Avances y limitaciones en términos de participación política en República Dominicana
Bladimir Ramos
El abordar el tema sobre los alcances y limitaciones de la participación política en República Dominicana si así lo quisiéramos nos llevaría centenares de páginas para poder ser abarcado de manera un tanto completa. Este pequeño ensayo lo vamos a desarrollar de acuerdo a los indicadores de participación política que nos indican en sus trabajos: “Participación, democracia y derechos humanos. Un enfoque a partir de los dilemas de América Latina” y “Participación política y derechos humanos” del autor José Thompson y el señor José Mozina.
De manera, que se entiende por participación política como «todas aquellas actividades realizadas por los ciudadanos con el objeto de intervenir en la designación de sus gobernantes o de influir en la formación de la política estatal»(Mozina, 1995)
Esta definición no solo implica participar del sufragio universal ejerciendo el derecho al voto, también implica involucrarse en los activismos políticos para poder ser escuchado por los políticos una vez los candidatos obtengan el poder, de esa manera se puede estar de cerca con los funcionarios, y proponer iniciativas gubernamentales en pos del beneficio de la colectividad o en su defecto, como pasa generalmente, en beneficio particular.
Uno de las más grandes limitaciones que existen en mi nación en la participación política es el de la designación del gabinete presidencial. Lo correcto sería que los ministros de un determinado gobierno sean las personas que estén debidamente calificadas para encabezar un ministerio del gobierno, y dicha calificación no solo en el ámbito de la capacidad, aunque es indispensable, sino que además, sean hombres y mujeres con reconocida trayectoria de pulcritud, y que asimismo se respete el porcentaje per cápita de mujeres que deben ser parte del gabinete presidencial; nada de eso ocurre en RD, solo conozco dos féminas que son parte de los ministerios del gobierno, la ministra de Educación Superior y la de Salud Pública y ahora recientemente la ministra de la juventud, representando, un bajo porciento en función al número de mujeres adultas que votaron en las pasadas elecciones. Y peor aun, contamos con ministros que no del todo son los más duchos en sus funciones laborables, lo que los limita a impulsar proyectos novedosos con miras a mejorar el sector de la sociedad que a través de su ministerio encabeza. ¿Por qué razón los gobiernos eligen ministros que no son los más capacitados?
Veamos lo que opina Mozina al respecto __ por el contrario, lo socialmente conveniente es que sean seleccionados con criterios estrictamente técnicos, y hacia allí debiera avanzarse. En este sentido, sería un derecho de participación política el derecho de los ciudadanos a participar en condiciones de igualdad, con base en criterios técnicos de selección, en el ejercicio de estos cargos de dirección media. El derecho a la participación política implica entonces para los interesados en ejercer estas funciones la no discriminación y selección con base exclusivamente a la capacidad para el cargo. __ (Mozina, 1995). Bien lo ha dicho Mozina, lo ideal sería que los ministros sean peritos en sus contextos de trabajo, pero sucede que en la mayoría de los casos el ministro de Educación Pública es abogado, el de Medio Ambiente es médico, el Ministro de Deporte economistas y así por el estilo.
Me parece una propuesta muy inteligente la de que los ministros sean escogidos con criterio estrictamente técnico, es más, considero que la ciudadanía tuviera una mayor participación política si se les permitiera elegir mediante referendo o encuestas las personas que deberían ser parte del gabinete presidencial, esto subsanaría en gran parte la dilapidación de los recursos del Estado, y fomentaría la democracia de nuestros pueblos. Pero no, nada de eso sucede, son nombrados en los ministerios aquellas personas que más dinero le hayan invertido a la campaña política del candidato electo, de esa manera, se obvia si este tiene o no tiene capacidad para manejar un determinado ministerio. Esta situación atenta contra la política democrática que se caracteriza por una gestión inclusiva ¿por qué? Desde el preciso momento en que ese ministro llega al poder, comienza a nombrar a sus familiares, amantes y amigos, dejando atrás a las personas que sí pueden hacer un trabajo honorable por su país, y peor aun en mi país ya tenemos unos 16 años viendo los mismos ministros del gobierno, solo son movidos de cartera, el de Medio Ambiente le cede el puesto al de Salud Pública y el de Salud Pública al de Medio Ambiente, esto porque el partido de turno ya lleva unos largos en el poder.
Por otro lado, un avance de la República Dominicana es la iniciativa del periódico El Diario Libre en destinar una columna para que los ciudadanos les escriban cartas a los funcionarios del gobierno y hasta al mismo presidente con la intención de denunciar algunos males que los aquejan o para exigirles mejores condiciones de vida para su comunidad. Recientemente, estuve leyendo en el Diario Libre una carta de un joven de Sosua que con sutil delicadeza le pedía al gobierno la construcción de un hospital público en dicho pueblo.
También tenemos unas de las más grandes innovaciones de gobierno popular, que en mi humilde experiencia vivencial he visualizado “las llamadas visitas sorpresas” de nuestro presidente de la República Danilo Medina Sánchez” En ellas, el presidente puede escuchar cuáles son las verdaderas necesidades del pueblo, puede ver con sus ojos sin ningún intermediario, cuál es la realidad en que viven los campesinos, las micros empresas, los colmaderos, las madres de familia, y otros. Además, el presidente Danilo Medina suele visitar algunos lugares públicos como hospitales, liceos, escuelas, y allí les pregunta a los ciudadanos que cómo se sienten, qué que opinan del servicio brindado y si entiende que el hospital o la escuela cuenta con lo necesario para dar un servicio de calidad. Con ello, el presidente ha podido desarrollar un paradigma de política popular sin precedentes en RD, lo que ha acrecentado, sin lugar a dudas, la participación política en el país de los sectores más vulnerables.
Por otro lado, tenemos dos retos que atentan contra la imagen democrática dominicana. El primero, “la corrupción, que golpea fuertemente a la región y sobre todo a su clase política, facilitando el descrédito del sistema, viene acompañada por una sensación de impunidad, ante la realización de investigaciones y procesos judiciales que rara vez rematan en una asignación de responsabilidad para los implicados cuando estos proceden de las altas esferas políticas y económicas” (Thompson, 1995).
¿Qué ocurre cuando a un juez, que trabaja para el Estado le llevan un caso de un funcionario del gobierno que es acusado de corrupción, y que existen pruebas suficientes para encarcelarlo, pero dicho funcionario es protegido por la mayoría de los representantes del espacio político y para evitar que el juez falle en su contra, lo ponen entre la espada y la pared; diciéndole: tienes dos opciones, si falla a su favor, enviaremos a tus hijos a estudiar en unas de las mejores universidades del mundo, te ascenderemos de cargo, pagaremos tu vehículo, te compraremos una nueva casa, y te depositaremos unos millones en tu cuenta, pero si fallas en su contra, te quitaremos el trabajo, nos encargaremos de que no vuelvas a conseguir en el país nunca más un trabajo? Veamos lo que dice la señora Marcela al respecto: “La división de los poderes del Estado en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para evitar concentraciones de poder, “…la independencia del Poder Judicial frente a las presiones tanto del Legislativo como, sobre todo, del Ejecutivo, constituye una pieza insustituible del Estado de Derecho” (Fuentes V) Esto es muy cierto, cuando el poder judicial es presionado por el poder ejecutivo y legislativo no puede legislar apegado a la justicia, y mucho menos velar por la defensa de los derechos humanos del ciudadano, y esto lamentablemente es lo que ha venido ocurriendo en la RD, y apunta a que nueva vez, y con más ahínco, continuará ocurriendo porque nueva vez, los representantes del Poder Judicial serán elegidos por el partido de turno, que obtuvo la mayoría en el senado y en la cámara de diputados, por lo que con esto, le damos luz verde a nuestros funcionarios para que hagan y deshagan, no existirá un equilibrio, nuestras demandas no serán escuchada como deben serlo.
Por otro lado, tenemos los requisitos institucionales mínimos de la democracia que contempla __que entre los aspectos que deben tomarse en cuenta para ubicar a cada país en la escala correspondiente a este elemento pueden sugerirse los siguientes: a) Independencia de los organismos electorales con respecto a los poderes públicos y los partidos políticos; b) Nivel de violencia política; c) Grado en que el financiamiento público o privado de las organizaciones políticas es regulado para que genere condiciones equitativas de participación en los procesos electorales__ (Mozina, 1995).
Quiero referirme específicamente al apartado c. Mozina nos habla del financiamiento público o privado de los partidos políticos de manera equitativa y que sean regulados, esto porque tal acción representa un requisito institucional de democracia. En República Dominicana, la Junta Central Electoral por ley debe asignarle un presupuesto a los partidos políticos con fines de que puedan costear los gastos que se generan en las campañas políticas y además para evitar que el partido de turno utilice los recursos del Estado en campañas políticas, el presupuesto asignando es en función a la cantidad de electores simpatizantes que la Junta Central Electoral tenga registrado de uno u otro partido político. Sucede que en las pasadas elecciones del 16 de mayo del año en curso, fueron las elecciones presidenciales, congresuales y municipales, en dichos comicios, los partidos mayoritarios se unieron con la barata argumentación de “gobierno compartido”, pero todos sabemos que la verdadera intención de dicho pacto era que la reelección del presidente electo se diera, ya que ambos partidos tienen representantes en la cámara de diputados y senadores, pero ese no es el caso, volvamos al tema; al unirse las dos fuerzas mayores, PRD (partido revolucionario dominicano) Y PLD (partido de la liberación dominicana) queda el partido opositor aparentemente solo el PRM (partido revolucionario moderno) de Luis Abinader, ¿qué sucedió? Como el PRD y el PLD, sí tenían registrado sus electores la Junta Central Electoral terminó asignándole unos presupuestos millonarios al PLD y al PRD, asignándole así un presupuesto paupérrimo al PRM, que en la Junta Central Electoral representaba un partido nuevo y sin electores simpatizantes registrados, esto sucedió aun estando todo dominicano claro de que la mayor parte de los simpatizante del PRD que fue quien se le unió al partido de turno PLD, se fueron al partido nuevo y opositor PRM, y esto quedó evidenciado frente al 35% que obtuvo en las elecciones pasadas el PRM y el PRD un 6%. Lo que nos dice, que el dinero que le correspondía verdaderamente al PRM, le fue asignado al PRD. ¿Qué se sugiere en una próxima campaña presidencial? Que se levante una investigación, y que no se trabajé con los datos viejos, porque las inclinaciones del pueblo son tan cambiantes como nuestro clima caribeño. Y si de lo contrario continuamos así, estaremos violentando el indicador de igualdad de condiciones, y más cuando se trata de los bienes del Estado.
Pero no solo esto, el gobierno de turno y hoy electo nueva vez, realizó dos actividades con el objetivo de recaudar fondos para su campaña electoral, donde invitaban a todo el sector empresarial y otros; en dicho encuentro se vendía un vaso de jugo a manera de simbolismo que costaba un millón de pesos e incluso, los hubo que dieron hasta 10 millones de pesos por el “vaso de jugo”. Esto nos torna a pensar ¿a cambio de qué, por qué le regalan ese dinero, serán grandes amigos, les gusta aportar? No, nada de eso, son inversiones que hacen los grandes empresarios y millonarios del país, con el fin de conseguir poder; poder que puede traducirse en evasión de impuestos, pase de mercancías por los muelles sin previa revisión, nombramientos y otros tantos beneficios del Estado.
Gracias.
Bibliografía:
THOMPSON, José. “Participación, democracia y derechos humanos. Un enfoque a partir de los dilemas de América Latina”. En: Revista IIDH 34-35. San José de Costa Rica, 1995. Pp. 79-103
FUENTES V., Marcela (2014). Guía conceptual: “Democracia, Estado de Derecho y Derechos Humano
MOZINA, José et. al.; “Participación política y derechos humanos”. En: Revista IIDH. 34-35. San José de Costa Rica, 1995. Pp. 15-77