NACIONALES
Humildad y poder político
POR: RAFAEL SANTOS
La humildad es una de las cualidades más hermosas que muchos seres humanos poseen y la que enaltece y llena de admiración a quien la posee.
Ahora bien, y continuando el ritmo escritural de lo que plantea el título del presente escrito, vamos a copiar de manera textual la segunda parte que de acuerdo a Wikipedia señala al Poder Político como la capacidad que «influye en el comportamiento, ya sea en pensamiento o en el actuar de una sociedad».
Sin embargo, es precisamente la primera cualidad la que más falta le hace a nuestra clase política, y la muestra está en su ausencia de los diferentes escenarios sociales durante los llamados «tiempos de vacas flacas».
Son muy pocos los políticos que ocupan posiciones privilegiadas durante los tiempos no electorales que usted los ve confraternizando con nuestras gentes de los barrios, campos o lomas, o durante esos delicados momentos cuando en los pueblos se necesita de ellos hasta para formar comisiones que tiendan a buscarle soluciones a los problemas que cada cierto tiempo se suscitan en las ciudades.
La gran mayoría de los políticos que buscan o que están en posiciones electorales, son sanguijuelas (repito, no todos), pues muchos de estos suelen ausentarse y jamás, una vez son favorecidos con el voto y logran alcanzar las posiciones deseadas, estos » desaparecen» del mapa como por arte de magia, en donde ni las llamadas les cogen a esos “compañeritos” que tanto afanaron detrás de la conquista del voto que lo llevó al poder.
Lamentablemente, nuestra clase política (otra vez en su gran mayoría), carece de ese sentido común para conectarse con el pueblo humilde, pues muchos solo piensan en obtener el poder, no importa cuántos recursos «inviertan» si es de esa manera que logran avasallar al contrario.
A veces pienso, que más que deseos de servir, muchos quieren llegar al cargo para servirse y lograr posicionar una muy pequeña élite de su entorno, que al igual que el llamado líder se les suben los sumos a la cabeza.
Por ahí ya se acercan los llamados tiempos de vacas flacas, en donde desde ya muchos de los chapulines colorados de nuestras comunidades se han ausentados del escenario; no se les observa en las comunidades ofertando “su buena voluntad” a través de las dadivas, ni vociferando consignas de amor a su pueblo, pues, una vez más la conciencia popular debe de revisar sus ventanales para ver quiénes son los que en el 24 se merezcan por lo menos ser escuchado por esa sociedad que observará con nuestra ayuda quienes son las sanguijuelas que ayer no estuvieron ofertando, hoy se ausentan, pero que mañana vendrán con un saco de promesas que de ante manos sabemos que no cumplirán.
“Prefiero molestar con la verdad, que complacer con adulaciones”, Séneca.