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LOS JUDAS SON NECESARIOS
Todos necesitamos, de algún modo, de Judas en nuestras vidas. Se trata de personas que, al igual que él, tiene forma de pareja (como Dalila), de hijo (como Absalón), de amigo, de compañero, de hermano, de vecino, de colaborador.
Judas es alguien que se sienta a la mesa contigo, en quien depositas tu confianza, le brindas todo tu amor y apoyo, lo tratas como alguien apreciado, le das entrada a tu vida y a tu corazón, forma parte de tu círculo más cercano y, en ocasiones, te llama “maestro” o “líder”.
Pero hay algo que caracteriza a Judas y es que te envidia en silencio, anhela lo que es tuyo, no soporta tu éxito, ni tu brillo, en el fondo quiere ser como tú, ocupar tu lugar y, más aun, se pasa la vida maquinando en tu contra, quiere verte fracasar y, ante la mínima oportunidad, te traiciona y te vende por par de monedas.
Quiero que sepas hoy, que si Judas ya entró en acción y está feliz porque piensa que consiguió lo que quería y que tu fin está cerca, es tiempo de celebrar. Si, de celebrar! Sabes por qué? Dios está usando a Judas para empujarte al propósito que Él tiene para ti. Judas te está sacando de zona cómoda, está haciendo que ores y ayunes más, que confíes más en Dios, te está motivando a subir al monte a buscar la fortaleza divina y a preparte para lo que viene. Su traición está indicando, que temporalmente serás objeto de burla, de calumnia, de golpes, que cargarás una pesada cruz.
La buena noticia que te traigo es que aunque el trago te parezca amargo y quisieras pasar de ti la copa. Aunque sientas que Dios te ha desamparado, al final del calvario vendrá la gloria y el honor sobre ti. Y así como Jesús venció la muerte, tú serás coronado con un triunfo contundente sobre todos los que se levantaron en tu contra.
Así que cada vez que aparezca Judas, da gracias por él, alégrate y prepárate para recibir una gran victoria.
Lei esto en alguna parte, no es de nuestra autoría, pero quise compartirlo con ustedes, porque ministro mi vida e hizo que cambiara mi percepción, hoy bendigo a los Judas porque ellos son necesarios para alcanzar nuestra victoria.