POLÍTICA
La victoria de Omar Fernández y la decision del presidente Abinader de no aspirar definen el panorama político para el 2028
Por Lincoln Minaya
La reciente victoria de Omar Fernández como senador del Distrito Nacional ha impactado significativamente en la política dominicana, abriéndole las puertas al joven abogado y político para asumir un papel de liderazgo destacado en la futura escena política de la República Dominicana.
La arrolladora victoria del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en las elecciones municipales de febrero y las presidenciales y congresuales de mayo pasado, ha obligado a los partidos de oposición a reconsiderar su liderazgo y estrategias.
El panorama político post-elecciones del 2020 fue particularmente revelador: el PRM logró derrotar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que había mantenido el poder a través de su influencia económica y política. Sin embargo, el PLD sufrió una grave fractura interna, exacerbada por el egoísmo y las malas decisiones políticas, lo que provocó la salida del doctor Leonel Fernández. La derrota del PLD y la salida de Fernández confirmaron la predicción de muchos analistas de que el partido se debilitaría significativamente, algo que se evidenció en su caída a menos del 12% de los votos en las elecciones presidenciales del 2024.
El resultado de las elecciones de 2024 ha dejado a la oposición debilitada y con la necesidad imperiosa de unificar fuerzas en torno a un nuevo líder. En este contexto, Omar Fernández ha emergido como la figura mejor valorada y con mayor potencial para liderar la recomposición de la oposición. Su desempeño electoral lo posiciona como una opción viable de la oposición para las futuras contiendas.
Paralelamente, la decisión del presidente Luis Abinader de no aspirar a la reelección en 2028, tras ganar la candidatura presidencial en primera vuelta con un impresionante 57%, ha abierto el campo para nuevas aspiraciones dentro del PRM, David Collado y Carolina Mejía se sitúan en el carril de adentro, seguidos por Guido Gómez Mazara, quien tras su excelente desempeño político en las elecciones de febrero y mayo, lo posiciona como un tercer aspirante según nuestro pronóstico.
El reto para el PRM será gestionar estas aspiraciones de manera que no interfieran con los trabajos del Gobierno de Abinader en los próximos cuatro años. La clave estará en mantener un enfoque en el trabajo gubernamental, minimizando las distracciones políticas. Es crucial que los aspirantes desarrollen campañas decentes y centradas en propuestas concretas, evitando caer en confrontaciones internas que puedan debilitar al partido.
El panorama electoral para el 2028 en la República Dominicana está comenzando a definirse. Con Omar Fernández emergiendo como el líder potencial de la oposición y nuevas figuras compitiendo por el liderazgo dentro del PRM.
La capacidad de los partidos para adaptarse y desarrollar estrategias efectivas determinará en gran medida el curso de las próximas elecciones.
Foto de portada: Fuente externa