OPINIÓN
El silencio cómplice de Tenares ante la agresión física y verbal a la maestra Diasneli Paulino
Por Lincoln Minaya
Tenares, provincia Hermanas Mirabal. En los últimos días, el país fue testigo de un acto que mancha la dignidad y el respeto que merecen nuestros maestros, guardianes del saber y pilares del futuro de la nación. Un video difundido ampliamente mostró a un estudiante de 14 años agrediendo física y verbalmente a la destacada maestra Diasneli Paulino en la Escuela Yrma Altagracia Jorge de este municipio.
El video que fue difundido por la mayoría de medios de comunicación redes sociales y en donde se resaltaba el manejo profesional de la maestra, y rechazaban con firmeza el acto de violencia física y verbal ejecutada por el estudiante. Sólo el exregidor de Tenares, Elías Polanco se prestó para ejecutar una campaña de descredito y desinformación contra la maestra. La campaña sucia fue manipulada de manera dolosa, buscando desacreditar a la profesora Paulino, una profesional intachable, graduada con honores y con una trayectoria inmaculada en el sistema educativo.
Distorsión de la verdad
Entre las acusaciones que de manera maliciosa dirigidas hacia la docente, se incluían supuestas ediciones al video, bullying hacia el estudiante y faltas de respeto. Sin embargo, estas afirmaciones carecían de pruebas y solo perseguían alimentar el morbo y sembrar dudas sobre la conducta de una maestra cuyo historial profesional no deja lugar a cuestionamientos. Al final, la verdad brilló como el sol, y en la instancia correspondiente se demostró que la maestra se manejó de manera respetuosa de y profesional, demostrando que la verdad siempre le ganará a la mentira. Esta campaña mediática debió ser rechazada por todos los ángulos, lamentablemente no basta el apoyo silente de la población, pues cuando se trata de dañar a un justo, la sociedad debe de levantarse y denunciar cualquier tipo de atropello contra un ciudadano respetado.
La indiferencia de las autoridades educativas
Llama profundamente la atención la inacción del Distrito Educativo 07-01, así como de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), entidades que suelen mostrarse combativas ante otros temas, pero que en esta ocasión permanecieron en un silencio sepulcral. Este caso debería haber sido un llamado a la acción para proteger a los docentes frente a la violencia que, lamentablemente, se está normalizando en las aulas del país.
Es imperativo recordar que hoy fue Diasneli Paulino, pero mañana puede ser cualquier otro maestro, no solo en Tenares, sino en cualquier rincón del territorio nacional. La defensa de la integridad y seguridad del magisterio debe ser una causa común, no un acto aislado.
Un mensaje claro contra la violencia
La violencia en las aulas no puede ser tolerada. Las autoridades educativas y la sociedad en general deben enviar un mensaje firme y fulminante contra cualquier agresión hacia los docentes. Más aún, es fundamental que los padres se conviertan en aliados de los profesores, reconociendo que estos últimos desempeñan un rol esencial en la formación de sus hijos.
El ministro de Educación, Ángel Hernández, se pronunció enérgicamente contra estos actos de violencia, asegurando que no se permitirán en las aulas del país. Sin embargo, estas palabras deben traducirse en acciones concretas, con medidas disciplinarias que sirvan de ejemplo y eviten la repetición de estos lamentables incidentes.
Un llamado a la valentía y la empatía
Como sociedad, no podemos permitir que campañas de descrédito dañen la reputación de aquellos que dedican su vida a la enseñanza. Es nuestra responsabilidad colectiva alzar la voz en defensa de los buenos y rechazar con firmeza la manipulación y el irrespeto que circulan con frecuencia en las redes sociales.
La valentía no radica solo en denunciar los actos de violencia, sino también en defender la verdad y el honor de quienes, como Diasneli Paulino, han demostrado su compromiso inquebrantable con la educación.
Hoy más que nunca, debemos mostrar empatía y solidaridad hacia nuestros maestros. La indiferencia solo alimenta la impunidad. Que este caso sea una lección para todos: el silencio no es opción cuando la justicia y el respeto están en juego.
Foto de portada: (Fuente externa).