OPINIÓN
Un castillense desconocido como actor de telenovela

Por Alberto Florencio
Nuestro acogedor y productivo pueblo de Castillo constituye, hasta la fecha, una cantera de la cual emanan prominentes profesionales en todas las áreas científicas.
Podemos darnos el lujo y el privilegio de decir que somos cuna de connotados académicos universitarios, médicos, abogados, químicos, físicos, ingenieros, arquitectos, artistas, sacerdotes, pintores, decimeros, entre otros.
Además, de esta demarcación territorial han sobresalido numerosos jerarcas militares y policiales, como Virgilio Antonio Payano Rojas, quien a partir de 1978 fue jefe de la Policía Nacional, y Bernardo Florencio Hernández, subsecretario de las Fuerzas Armadas. También destacan generales como Alexis Ovalle de León, Marcelino Suárez Mejía, Crescencio Jáquez Hernández y el mayor general Juan Nolasco Rodríguez, quienes se desempeñaron como director general de las Escuelas Vocacionales de las Fuerzas Armadas, de la Academia Militar, jefe de diversos departamentos de la Policía Nacional y jefe de la Guardia Presidencial a partir de 1982, así como hombre de confianza del Coronel de Abril, respectivamente.
No podemos obviar a Vidal Pérez Ramírez, talentoso educador reconocido por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, donde aportó significativamente al sistema educativo en su calidad de director de un distrito escolar.
Ahora bien, tenemos un caso excepcional dentro del arte, pues también hemos sido privilegiados, como pueblo, al haber llevado a la televisión a un actor de telenovela. Muchas personas me han manifestado que vieron la telenovela María José, pero jamás pudieron imaginarse que uno de sus actores era un castillense de pura cepa.
Nos referimos al señor Héctor Manuel Pimentel Florencio (Gungo), cuya casa paterna está ubicada justo al lado del Palacio Municipal (Ayuntamiento), en la calle Sánchez.
Me impulsa a esbozar estas líneas no por lazos familiares con Gungo, Bernardo ni Juan Nolasco Rodríguez, sino con el único objetivo de llevar a nuestros conciudadanos una evidencia de nuestra grandeza como pueblo, no sólo como pioneros del mejor cacao del mundo.
Los doctores Osvaldo Marté Durán, Corina de Jesús Suárez y Gilberto Martínez, de la vieja guardia, prestigian a Castillo con su talento y filantropía. Sólo me limito a citar estos nombres porque son demasiados los que merecen ser mencionados.
Concluyo, consciente —al igual que muchos de mis lectores—, que hoy desearían volver a ver la telenovela María José para apreciar a ese actor tan especial de este Castillo, lleno de tanta gente buena que nos hace brillar como el sol resplandeciente en el espacio.
Héctor Manuel Pimentel Florencio, castillense desconocido por la mayoría de su pueblo, trascendió internacionalmente como actor de la telenovela María José. ¡Paz a su alma!
Foto de portada: “Héctor Manuel Pimentel Florencio”.
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