REGIONALES
El rescate de la celebración de las Fiestas Patronales
Por Antonio Maria Jiménez
Cuenta la historia con mucha precisión, que las fiestas patronales dedicadas a San Francisco de Asís, cambiaron de fecha y de nombre, tras el ajusticiamiento en la ciudad de Moca el 26 de julio del año 1899, del General Ulises Heureaux, (Lilis).
Aun con muchos resentimientos, las autoridades de la Iglesia Católica aceptaron los cambios manifestados por la juventud de la época, salvando que las fiestas patronales llevarán el nombre de Santa Ana.
El Ayuntamiento junto a las autoridades de la Iglesia Católica, lideraron e impusieron los programas a desarrollar en cada mes de julio, cargados de actividades religiosas, folklóricas, artísticas y recreativas, que eran acogidas de manera extraordinaria hasta por los residentes en las comunidades del campo.
Ese contenido fue variado en los gobiernos municipales del PRD y gestiones siguientes, causando heridas y distanciamientos de los señores de la Iglesia Católica, Distinguidos Munícipes y Líderes del Movimiento Clubístico, que cada año integraban un Comité Organizador.
En la actualidad el derroche de francomacorisanos ausentes que se desplazaban a esta ciudad cada 26 de julio para desfilar junto a la reina por las calles 27 de febrero y Santa Ana y el contenido folklórico, cultural, artístico y recreativo, se perdió de manera definitiva para dar paso a la parte artística “denigrante” y al empuje de los vicios de la época.
El rescate de las fiestas patronales se impone, sin importar quién caiga.