NACIONALES
El el país hay muchos Pacha que requieren un exhaustiva evaluación en materia de salud mental
Por: Lic. Lincoln Minaya
Salir de un populoso sector de Santiago en donde se crío con todas las adversidades en contra de él, de repente empieza a laborar en la radio con uno de los más influyentes comunicadores del Cibao como lo era en ese entonces Nelson Javier el Cocodrilo, pues para nadie es un secreto que a finales de los 80’s y comienzo de los 90’s este comunicador impacto masivamente la radio con su manera jocosa y profesional, era la época del Cocodrilo.
Y es con el Cocodrilo que el Pacha comienza a dar sus primeros pasos, desde ese preciso momento este joven inmaduro comienza su trayectoria desenfrenada y llena de escándalos sin nunca siquiera darse cuenta que cada momento, cada día, cada año que pasaba, su personaje se iba convirtiendo en su peor enemigo, ese enemigo que por falta de atención psicológica o psiquiátrica cada vez se convertía en un gigante que aplastaba con firmeza a ese niño criado en El Ejido de Santiago y el cual desde sus inicios en la radio hasta ingresar en la televisión en el programa Ritmo del Sábado, clama con todas sus fuerzas que lo tomen en cuenta.
Con esta introducción no pretendo para nada victimizar o justificar sus acciones, lo que si entiendo es que Frederick Martínez viene con un déficit de atención desde muy niño, la fama, la chercha, la farándula lo que han hecho es incrementar cada día ese déficit.
Recuerdo que cuando esté joven se radicó en Estados Unidos específicamente en la ciudad de New York, inmediatamente conectó con la radio y cadenas de televisión como Telemundo y Univisión lo que ocasionó que la conducta de El Pacha se descarrilara hacia lugares incontrolables para él.
Bien expresa el Médico Psiquiatra Sócrates Castillo cuando afirma que las inconductas siempre ameritan una exhaustiva evaluación en materia de salud mental, sobre todo cuando se hacen cíclicas o repetitivas, y si observamos con atención las inconductas de este joven ya no tan joven, podemos concluir que El Pacha vive en dos mundos, el primero el del profesional con un talento extraordinario y el segundo el joven que grita al mundo que necesita atención urgente en materia de salud mental.
Hoy es El Pacha, pero la realidad es que en nuestro país abundan ese tipo de personas que por llamar la atención hacen las peores barbaridades, las redes sociales son un ejemplo de ello, en donde ese tipo de personajes que más bien pudiéramos llamarle pacientes, invaden las redes con sus mezquindades, manipulaciones, personas con egos enfermos, insatisfacciones personales, falta de afectos desde la niñez, que creen que todo gira a su alrededor, en su sub mundo se creen enviados y dueño del bien y del mal, sin ni siquiera darse cuenta que son pacientes, muchos le hacen un daño garrafal a sus maltrechas personalidades, cuando apoyan sus inconductas.
Pidamos a Dios que toque al Pacha y le de la sabiduría y la humildad para que acuda a un profesional de la conducta y pueda a través de la ciencia armonizar su mundo interior y exterior que hoy vive entre Angeles y Demonios.